SUBLIME OBSESIÓN: CORONAVIRUS Y YO, de Tetsuo Lumiere
De Pablo Suarez

“En estos últimos meses he escuchado diferentes opiniones sobre la pandemia, la cuarentena, el coronavirus, el nuevo orden mundial. Algunas muy desquiciadas, otras no tanto. En la serie me propuse hacer humor con todas estas opiniones alocadas, con nuestro encierro, con el miedo a enfermarnos, y con el miedo de que algunas conspiranoias surrealistas que se escuchan por ahí… sean ciertas.”, señala Tetsuo Lumiere (“TL1, mi reino por un platillo volador”, “TL2, la felicidad es una leyenda urbana, Buscando la esfera del poder) uno de los directores más creativos y bizarros del cine nacional.
De hecho, El coronavirus y yo fue filmada al principio de la pandemia, cuando el encierro era casi absoluto. Y aún hoy con restricciones por el COVID 19, la película se estrena en You Tube, Instagram y Facebook. Son seis episodios de 6 minutos cada uno, uno por mes, y la serie empezó en Octubre.
El mundo entero está desbordado por la pandemia del Coronavirus. La humanidad está en estricta cuarentena, sin poder salir de sus casas. Por eso León crea un portal para ir a un universo paralelo, un universo sin pandemia. A mitad de camino, justo entre su universo y el otro, se topa con el mismísimo Coronavirus, quien le impide el paso.
Y se ponen a hablar de temas varios: de política, de economía y, por supuesto, del medioambiente. Más precisamente, de la posible génesis del Coronavirus. Y no se ponen de acuerdo. El virus dice la culpa es la irresponsabilidad y negligencia de los seres humanos – que ya de por sí pueden llegar a ser muy destructivos. Pero León que los humanos también están sufriendo las consecuencias. Quizás la responsabilidad sea mutua.
Lo mejor que le podía pasar a El coronavirus y yo es no tomarse tan en serio, a pesar del peligro de la pandemia. Porque el humor de Tetsuo no minimiza lo que nos está pasando, sino que utiliza ese humor, que por momentos es absurdo, para quitarle solemnidad y gravedad al escenario general. Y eso nos da un respiro.
La conversación entre León y el coronavirus no es científica en lo más mínimo, hablan con lenguaje coloquial, sin voluntad de trascendencia. Esa es una de las razones que lo tornan verosímil dentro de su propia lógica.
El otro punto singular es que se trata de cine de animación, más bien un poco estático pero eso es adrede y es más que adecuado para centrar la mirada del espectador en los personajes y el espacio interestelar que los rodea. Un espacio con colores vivos, energético, con texturas de todo tipo y una iluminación que todo lo resalta. De hecho, creo que la belleza de la estética funciona a modo de contrapunto del conflicto central.
Dicho de otro modo, la belleza ayudar a digerir mejor la presencia del coronavirus, tanto en la película como en el mundo real.
Escrita y dirigida por Tetsuo Lumiere (Argentina, 2020)
Cámara: Álvaro Rozas. Mezcla de sonido: Andrea Mock. Maquillaje y criatura: Catalina Sofía. Montaje. Tetsuo Lumiere. : Música Luis Marte. VFX: Ignacio Manjón, Matías Costilla, Horacio Pavón y Tetsuo Lumiere.Producido por: Catalina Sofìa y Tetsuo Lumiere.
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