LA VOZ DEL INTERIOR - HE VISTO

TETSUO LUMIERE

La leyenda que acompaña al actor y director Tetsuo Lumière no se basa sólo en su halo de extraterrestre cinéfago ni en carácter anómalo y excéntrico o en su voluminoso apego a lacomedia muda, evidente en cada fotograma de su ópera prima TL-1 – Mi reino por un platillo volador. Lumière representa un indiscutible caso de voluntad artística, y lo que algunos pueden tomar por liso y llano homenaje a géneros o a tiempos del cine (ciencia ficción, era silente) no es otra cosa que la yuxtaposición de iconografías y personajes familiares al público, elevados a la tan pobre y vapuleada categoría del arte.

TL-1 escupe miles y miles de fotogramas sobre el páramo de la teoría y los discursos para colmarse de espejos que refractan las manías y las fobias de los cineastas cachorros (la pulsión lúdica durante la infancia, la vocación descubierta en la adolescencia, la concreción del sueño tras la pubertad) y hacer correr un sinnúmero de tributos al irracionalismo de Buster Keaton o al sentimentalismo de Charlie Chaplin (el unipersonal del departamento es pura antología).

En resumen, es imposible clasificarla, pero no calificarla: una obra sujeta a la gramática exclusiva de la cinefilia. La historia del cine nacional no sabrá nunca donde esconderla.Todos los miércoles de noviembre en el Cineclub Municipal. A las 23 hs.

Por: Miguel Peirotti.