TELAM - CINE PELICULA (CARTELERA)
TETSUO LUMIERE TERMINÓ "TL-1, MI REINO POR UN PLATILLO VOLADOR"
Por: Paulo Pécora
"Mi reino por un platillo volador" es el nombre del primer largometraje de Lumière, curioso seudónimo de un actor y cineasta de sorprendente y silencioso talento, que en esta obra de tono autobiográfico describe las desventuras de un joven enamorado del cine que sueña con filmar una película de platillos voladores antes de morir.
"Es la historia de un cineasta independiente al que le quedan siete días de vida y, mientras filma sus películas con porquerías encontradas en la calle, sueña con hacer un largo sobre platillos voladores que atacan a la ciudad de Buenos Aires", explicó a Télam Lumière, que también es el protagonista del filme. Y prevé estrenar esta desopilante comedia filmada en video digital en octubre próximo, en el marco del Festival de Cine Fantástico Buenos Aires Rojo Sangre. Este director, actor, guionista y productor independiente, que desde 1992 filmó y protagonizó más de una docena de cortos, posee el don de transformar en ideas brillantes la falta más absoluta de recursos económicos y maneja un estilo sumamente lúdico y visual inspirado en gags, formas narrativas y personajes de la comedia "slapstick", el cine bizarro y la historieta.
Amante de la obra de cineastas como George Melies y Búster Keaton, Lumière señaló: "Lo que me atrae de las películas mudas es el lenguaje universal de los cuerpos expresándose, algo que todo el mundo puede entender de manera idéntica. Se trata de un cine muy visual, que tiene algo de irreal y mágico, cercano a lo que ocurre en los dibujos animados".
Hombre orquesta, director autodidacta, Lumière comenzó a filmar en 1992 con una cámara hogareña prestada -nunca antes había visto ni tocado una en su vida- con la que grabó en su casa un número de teatro mudo que él protagonizaba y, tras editar esas imágenes con dos videocaseteras, le puso el título de "Enajenado social".
"Mi cine es un cine artesanal, económicamente pobre, pero sobre todo un cine de la urgencia", aseguró Lumière, una especie de Ed Wood argentino con una enorme capacidad de adaptación a los escasos elementos que posee -un pedazo de cartón, algún trozo de telgopor, cables y algo de cinta adhesiva- para crear sus propias escenografías fantásticas.
A pesar de que muchos de ellos fueron escritos a escondidas mientras trabajaba en un supermercado y filmados casi sin tiempo ni dinero, todos sus cortos -"Páginas doradas", "Inferno", "Luna de miel" y "Mi amigo dinosaurio", por nombrar los más audaces y divertidos- poseen una fuerte marca autoral basada en el humor, la fantasía, la sorpresa y una fuerte apuesta al ritmo coreográfico y visual.
"Siento que lo que hago son collages de cosas ya hechas. De lo que hago no creo que haya nada nuevo: son reelaboraciones de imágenes e ideas tomadas de una biblioteca universal del cine, alas cuales sí les pongo mi visión personal", afirmó Lumière con respecto al estilo de sus filmes.
En 2001, mientras se encontraba postrado en una cama a causa del stress que le provocó "una crisis económica y personal muy fuerte", comenzó a diseñar el guión de "Mi reino por un platillovolador", una historia autobiográfica donde pudiera expresar "el amor que siento por las películas mudas y el filme 'La guerra de los mundos'", afirmó.
"Todo lo que sucede en la película es muy parecido a lo que me ocurrió en la vida, con algunas cosas un poco exageradas, pero sin dejar de ser un espejo", explicó Lumière, y agregó: "Está contada con relatos en forma de falso documental, que dan pie a una voz en off, a la dramatización de esos relatos y a la inclusión de varios de mis cortos ya filmados".
Aunque la película se llama "Mi reino por un platillo volador", a él le hubiese gustado llamarla "La vida apesta y luego mueres", como una forma irónica de aludir a la pobreza, las privaciones y los sinsabores que él mismo sufrió durante años y a los esfuerzos sin retribución que debió hacer para auto realizarse filmando sus cortos.
"Puedo ser independiente porque no tengo ningún estudio o productora que me banque, pero en realidad yo no quiero ser independiente, porque me gustaría que me paguen para hacer lo que a mi me gusta hacer", dijo Lumière, que ahora está terminando un nuevo largo fantástico-artesanal llamado "Ataque del espacio exterior".
Sin embargo, a pesar de la precariedad de sus presupuestos, el cineasta se mostró optimista y afirmó: "Si somos pobres seamos lo más pobres posibles. Yo aprovecho lo pobre que soy ahora, porque es la única oportunidad que tengo para hacer cosas que si tuviera dinero quizás no me dejarían o no me animaría a hacer".
